Colaboradores

martes, 6 de diciembre de 2011

LA GUERRA DEL AGUA EN EL AREQUIPA


"La guerra del agua” entre Cusco y Arequipa por la reciente firma del contrato de concesión del proyecto Majes-Siguas II amenaza con convertirse en el primer conflicto social en estallar los primeros días del 2011. Este es uno de los 80 conflictos por ese recurso a nivel nacional que aún esperan solución para no derivar en crisis con violencia, muertos y heridos.

Quizá el primer conflicto social en estallar en el Perú el próximo año sea por agua. La firma –el pasado 9 de diciembre– del contrato de concesión para la ejecución del proyecto de irrigación Majes-Siguas II, para irrigar 38 mil 500 hectáreas del valle arequipeño de Siguas, encendió nuevamente la ira de los pobladores de Espinar, Cusco, quienes luego de una paralización de 24 horas esta semana acordaron iniciar una huelga indefinida los primeros días del próximo año como medida de protesta. Ellos afirman que el proyecto trasvasará las aguas del río Apurímac y los dejará a ellos, que aprovechan el caudal para su agricultura, sin el líquido elemento. 
El proyecto, cuya buena pro fue otorgada al consorcio Angostura-Siguas (integrado por las empresas Cobra Instalaciones y Seguros –de España– y Cosapi Perú), promete escalar el 2011, si el gobierno no hace nada para prevenir las protestas. Además se está incubando una suerte de antagonismo regional que es muy peligroso. Pero además la disputa Arequipa-Cusco es solo uno de los 80 conflictos por agua que tenemos a nivel nacional, según cifras de la Defensoría del Pueblo. Es decir, el próximo año podría estar marcado por lo que se ha denominado “la guerra por el agua”, sobre todo en el sur del país.
El 2011 no es esperanzador. El reporte Nº 80 de la Defensoría del Pueblo da cuenta de 250 conflictos sociales en el país hasta octubre de este año. De ellos, 80 (32%) tienen como base la disputa por recursos hídricos. “De estos 80 conflictos, 56 (el 70%) fueron registrados como conflictos activos, mientras que los 24 restantes son aún conflictos latentes, es decir, no se han manifestado públicamente”, explica Rolando Luque, defensor adjunto para la prevención de conflictos sociales y gobernabilidad, de la Defensoría del Pueblo. 
El conflicto por Majes-Siguas II se ha acentuado a pesar de que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) garantizó que se cumplirán los estudios de afianzamiento hídrico para Espinar, es decir, que no vea afectado su abastecimiento de agua. La misma entidad ha dado a conocer, además, que la distribución de la cuenca alta del río Apurímac (de donde se abastecen Espinar y Arequipa) será de 73% para los proyectos futuros de Cusco y 27% para el proyecto Majes-Siguas II de Arequipa. Igual, la desconfianza persiste. Razones no faltan. Según la ONG Cooperacción, la buena pro no debió ser otorgada porque el Estudio de Impacto Ambiental y el Balance Hídrico no habían sido culminados.
Pero la disputa por el agua en el sur del Perú abarca otras regiones también: los enfrentamientos entre Arequipa, Moquegua y Puno por el agua del río Tambo tampoco se hicieron esperar este año y amenazan con recrudecer en el 2011. La manzana de la discordia esta vez es el agua de la futura represa de Paltiture, que construirá Southern Perú en Arequipa, para cubrir el déficit de agua en la provincia de Islay. Por lo pronto Moquegua y Puno han reclamado el derecho de beneficiarse también de la represa, bajo el argumento de que estas dos regiones se encuentran también en la cuenca del río Tambo, pero no han sido escuchados. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario